ZOZO, EL DEMONIO DE LAS TABLAS OUIJA
La leyenda de Zozo nace en 1816, cuando una doncella de la aldea francesa de Teilly o Reilly, en Picardía, cayó bajo la posesión diabólica que la llevó a terribles estados y con hechos sobrenaturales ocurriendo en su entorno, como momentos en los que su cuerpo salía arrastrado por alguna extraña e inexplicable fuerza. Todo el mal desencadenado contra la mujer se habría debido a que esta estaba intentando establecer contactos con almas o entidades del más allá, según interpretaciones posteriores.
Los expertos, sacerdotes y exorcistas quienes trataron su caso de Picardía llegaron a la dramática conclusión de que la muchacha estaba poseída por tres espíritus demoníacos: Mimi, Crapuleto y Zozo. Este último sería el más fuerte de ellos, según parece, ya que el "Diccionario Infernal" de Jacques Albin Simon Collin de Plancy -publicado sólo unos años después- señalaba que, cuando la poseída "andaba a rastras, Zozo era quien la tiraba por detrás".
A veces estilizado su nombre como ZoZo, el demonio de marras tendría cierta predilección por apoderarse y manipular a los inexpertos que se aventuran en intentar la comunicación con la ultratumba o lograr convocar espíritus diabólicos, pues puede verlos en estas operaciones desde el "otro lado". No se trataría de un demonio de alto rango infernal, según todo sugiere, pero sí de capacidades como intermediario de planos que resultan funestas para los mortales. Zozo funciona, además, como una especie de advertencia para los imprudentes que se obsesionan con buscar contactos con el otro mundo a través de prácticas ocultistas que no están en su pleno dominio o autorización.
Cartilla
o tablero para espiritismo: representación de disposición de mesa de
comunicaciones para sesión, al estilo de una tabla ouija primitiva. Publicado en revista "Reflejo Astral" de
Santiago, año 1901. Fuente imagen: Memoria Chilena.
Por aquellas razones, fue inevitable que Zozo acabara siendo relacionado con las sesiones de espiritismo y la famosa tabla ouija que cobró popularidad en la era victoriana, durante el siglo XIX. El que prefiera hacerse presente siempre con fenómenos tipo poltergeist más que haciéndose visible facilita bastante el engaño. De acuerdo a lo que señala un autor contemporáneo y "experto" en la ouija y los tableros parlantes, Robert Murch, el timador Zozo se manifiesta primero como un espíritu juguetón e infantil a quienes están operando la tabla, insistiendo en las mismas respuestas a diferentes preguntas, a veces tomando posesión pasajera de uno de los presentes para que oficie como médium y pueda contestar a través de él. Sin embargo, al poco tiempo comenzarán a producirse situaciones inquietantes y aterradoras sucedidas a los involucrados, incluso alcanzando a sus familiares y seres queridos. Deformidades y machas en la piel pueden manifestarse, seguidas de angustias, agobio, alucinaciones, depresiones y, en los peores casos, suicidios.
La superstición cree que Zozo disfruta castigando a los que se meten con la ouija y no lo reconocen a tiempo al abrir las puertas hacia el "otro lado", entonces. La cultura popular se ha enterado de aquel peligro gracias a un filme de terror del año 2012, titulado "I am ZoZo", con dirección de Scott di Lalla y supuestamente basado en un caso real. En él, un grupo de amigos abre las puertas dimensionales accidentalmente con sesiones de ouija en una casa, para que este demonio entre a atormentar sus vidas.
Aunque el tema en general de atraer demonios por accidente con portales o túneles abiertos con sesiones de ouija ya está bastante trillado como argumento de cine, particularemente después de haber debutado de forma más original en el clásico "El Exorcista" de 1973 (al punto de que muchos comparan a Zozo con la oscura divinidad siria Pazuzu, del mismo filme), hay varios ejemplos de supuestas noticias concebidas en realidad como experimentos creepypastas, pero que han seguido invocando el nombre de Zozo y realzando su supuesta relación con la tabla de pruebas espiritistas.
Comentarios
Publicar un comentario