GADEREEL, EL ÁNGEL CAÍDO DE LAS ARMAS
Dice la demonología que Gadereel es un ángel caído que oficia como ministro de Satanás en los Infiernos, de modo que su jerarquía política no debe ser modesta. Es mencionado en el "Diccionario Infernal" de Collin de Plancy y a veces aparece llamado Gadreel, Gader'El o Gader-Eli en textos traducidos, nombre de sus tiempos de ángel de luz y que equivalía a decir Muro de Dios según la noción original hebrea. Por algunos relacionado también con la identidad de Raamel o Azazel, se presenta como un demonio herrero y fabricante de armas de guerra, pero lo que más sorprende de Gadereel es, quizá, su supuesta relación con el origen creacionista del hombre.
La tradición supone que fue Samael El Negro el demonio que tomó la forma de serpiente para tentar a Eva en el Paraíso y hacerla comer del prohibido Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, arrastrando después a Adán en tal desobediencia. Empero, algunos textos apócrifos excluidos del canon bíblico señalarían que fue Gadereel quien, sustituyendo a Samael o tomando su lugar, se convirtió en aquella serpiente parlamente provocadora del pecado original de la humanidad. Esto está en el Libro de Enoc, donde se indica también que fue uno de los 200 grigori o vigilantes que después protagonizaron la rebelión celestial y se mezclaron con mujeres humanas engendrando a la aborrecida raza de gigantes Nefilim. Textualmente, entonces, se lee allí:
El nombre del tercero es Gadri'el, quien mostró a las hijas de los hombres todas las formas de dar muerte. Fue quien sedujo a Eva y es quien enseñó a los hijos de los hombres los escudos, las corazas, las espadas de lucha y todas las armas de la muerte. Desde ese día, de su mano ellos han actuado en contra de quienes viven en la tierra y en todas las generaciones.
Se le adjudica también el haber enseñado metalurgia y herrería a los mortales, iniciándolos en el arte de trabajar metal, fabricar herramientas y orfebrería, pero habría estado especialmente interesado en dar a conocer las armas de guerra y muerte, así como la forma de usarlas, según asegura el párrafo. También enseñó la seducción a las mujeres, a través de la cosmética. "Y Aquél cuyo sobrenombre era Gader-Eli fue un fabricante de instrumentos de muerte; por su mano fueron dadas estas cosas a los Hijos de la Tierra de allí para siempre", dice después el mismo Libro de Enoc.
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