TAMIEL, DE LA PERFECCIÓN A LA MALDAD

Se llamaba ángel Tamiel, Tumiel, Tamm'el Taumiel o Thaumiel, nombre que ha sido traducido como Perfección de Dios, opinión del académico británico Michael Knibb, por ejemplo; o bien Gemelo o Doble de Dios, versión de autores como Frederick Guttmann. Corresponde a una representación de las fuerzas espirituales malvadas o impuras (qlippoth) en las tradiciones del misticismo judaico contenidas en el Zohar, la Kabbalah Luriana y la Qabalah Hermética, entre otras vertientes. Con esta categoría, se hace presente como opuesto a la primera sefirá (sephiráh) del Árbol de la Vida del cabalismo judío, llamada Kéter o Kether y representación de la unidad humana con Dios.

En contraste con el Kéter o coronación de la unidad divina, entonces, Tamiel viene a ser la alegoría de las tensiones y la fuerza de lucha perpetua, como un principio permanente y dialéctico. También puede ser emblema de la renuncia a Dios y la búsqueda del individuo por alcanzar una divinidad personal. Según textos como "The Bezels of Wisdom" de Ibn-Al-Arabi en su versión traducida y comentada por Ralph Austin, la fuerza espiritual de Tamiel proviene de la primera emanación del Ein Sof o concepto del Todo Supremo y punto de constelación de la consciencia en el vacío. Si dicha energía no es equilibrada con la décima sefirá del Árbol de la Vida, llamada Malkuth o Maljut y que que equivale al receptáculo de todos los flujos de fuerzas superiores, aquella cobrará existencia como algo separado del Ein Soft y ajeno a la totalidad suprema de Dios.

Tamiel es también el quinto jefe de los ángeles rebeldes que se mencionan en la lista del apócrifo Libro de Enoc y que parten con el príncipe Semyazza. Es un demonio con dominio de la astronomía o astrología (que eran más o menos lo mismo en el pasado remoto), pues en la misma fuente se indica que acompañó a Azazel en sus trabajos de "misionero" entre los mortales y enseñó a estos en la forma de interpretar las estrellas y conocer sus significados.

No es clara la representación gráfica de Tamiel tras ser expulsado del Cielo y arrebatada su condición angelical. Ya convertido en demonio al servicio total de Satanás y caído en los Infiernos, se lo ha retratado o descrito como un gigante de dos cabezas con alas como de gárgola. También aparece como un murciélago de anatomía parcialmente humanizada, con dos enormes cabezas de hombres o gigantes que representarían la dualidad e imitación de Dios en su pretensión de llegar a usar también la Corona Suprema del Cielo. La descripción que proporciona Michael Ford en "Scales of the Black Serpent" es la de sólo dos cabezas enormes con alas de murciélago, pues se trata de una categoría de demonios vampíricos o depredadores que "no tienen cuerpos, porque son los que buscan continuamente unirse a los cuerpos de otros seres y fuerzas". Esto está también en la propia oración para Tamiel que Ford transcribe y que dice hacia su parte central: "Tamiel nacido de la noche vuela a la luz / Sobre las alas de los murciélagos".

Algunas reseñas en la literatura ubican a Tamiel como el gran rector de las profundidades oceánicas, ya que otra posible traslación de su nombre sería Ángel de las Profundidades. No obstante, otras versiones lo superponen o fusionan con la identidad de Kasdeja, el demonio de las plagas y otros males, como se puede verificar en "Fallen Angels: Watchers and the Witches Sabbat", también de Ford. De acuerdo a la interpretación de la escuela esotérica de Aleister Crowley, sin embargo, Tamiel forma una "triada maligna" junto a los ángeles negros Satariel y Uriel, en cuyo interior estaba la famosa rosa roja tomada como insignia por la mistérica Orden de los Rosacruz del siglo XVII.

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