DULLAHAN, EL JINETE SIN CABEZA
Llamado Dullahan, Dubhlachan, Dúrrachan y Dúlachan, se trata de una especie de espíritu diabólico o malévolo de aparente bajo rango, pero capaz de causar pánico y calamidades al nivel de un verdadero jefe infernal. Es temido y evitado por los viajeros: su comportamiento agresivo e indómito hace imposible invocarlo u obtener favores de él. Es, en un plano más racional, el típico caso de un ser de la tradición oral o las leyendas que se ha ido enredando con características infernales de las interpretaciones judeo-cristianas, aunque no se lo describa como un demonio propiamente tal.
Dullahan es un jinete sin cabeza que aparece montando un terrible caballo negro. Ha sido llamado también Colainn Gan Cheann, que se puede traducir como "sin cabeza" desde el irlandés antiguo. La tradición le agrega capa o ropas holgadas flameando al galope por entre los bosques y su semejanza es evidente con el Jinete sin Cabeza o Sleepy Hollow, el horripilante fantasma literario de Washington Irving en 1820, probablemente concebido a partir de los relatos irlandeses sobre Dullahan.
La entidad cabalga por caminos solitarios en las noches llevando su cabeza cortada en la mano, la punta de su silla o bajo el brazo, pues esta continúa gobernando su cuerpo como sucede con los santos y mártires cefalóforos como San Denis de París o San Afrodisio de Alejandría. Tal es, también, una forma de castigo para los condenados del Infierno: el decapitado Bertran de Bon de la "Divina Comedia", es descrito por Dante como obligado a cargar por la eternidad su propia cabeza pagando pecados hechos en vida. Dullahan puede verlo todo desde su cabeza cortada, además, incluso en la oscuridad absoluta: esta parpadea y mueve sus ojos constantemente, y luce siniestra sonrisa fija como de calabaza de Halloween. Tony Locke agrega en "Mayo Folk Tales" que aquella sonrisa muestra dientes afilados de lado a lado, además de otros detalles macabros como el olor apestoso en su carne.
Se define a Dullaham como el espíritu de un "hombre oscuro" o un hostgoblin. Elementos más profanos y oscuros se han ido sumando a la leyenda, también: saltó de la montura a conducir un carro o coche tirado por uno o más caballos infernales, decorado con huesos humanos, cráneos como lámparas y símbolos fúnebres. También usaría una columna vertebral como látigo. Hay ocasiones en que aparece convertido en mujer y su caballo se vuelve blanco pero con la cabeza también cortada. Dullahan se presenta en el mundo de los vivos como un anunciador de la muerte, además: si deja de galopar o baja del caballo en un lugar del camino, es anticipo de que alguien va a morir allí. Otras adiciones contemporáneas provenientes más bien de la cultura popular y la fantasía de medios que de la tradición, aseguran que si hace una parada y grita el nombre de alguien, quien fue llamado morirá de inmediato donde quiera que esté.
Ilustración de Dullahan y su caballo por W. H. Brooke, en la edición de 1834 del "Fairy Legends and Traditions of the South Ireland".
Fiesta de una "comunidad" de espíritus diabólicos Dullahans, también en el "Fairy Legends and Traditions of the South Ireland".
El origen de Dullahan es incierto, sin embargo: si bien pertenece al folclore irlandés, su valor como parte de la mitología local se discute, ya que podría tratarse de una adopción o adaptación reciente en términos antropológicos. Su inspiración quizá esté en una leyenda árabe sobre espíritus o djinns malévolos, algo que lo conecta más estrechamente con el mundo de los demonios, aunque otras opiniones prefieren creer que proviene del dios celta Crom Dubh de tiempos prehistóricos, por el que se hacían sacrificios humanos hasta la evangelización de Escocia e Irlanda iniciada en el siglo VI, cuando los misioneros denunciaron dicho culto y lo señalaron también como demoníaco. Esta discutida y no por todos aceptada versión propone, por un lado, que Crom Dubh regresa al mundo de los vivos en forma de jinete para reclamar sus almas ya que Dullahan puede ser la versión "disimulada" que sobrevivió en la creencia del antiguo ídolo pagano.
Corrigiendo parte de la mucha información errónea que hay sobre Dullahan, la escritora Doris V. Sutherland publicó el artículo "La historia del Dullahan en el folclore irlandés" de 2020, en su website personal. Consultando una obra de Charles Vallancey titulada "Prospectus of a Dictionary of the Language of the Aire Coti, or Ancient Irish, Compared with the Language of the Cuti, or Ancient Persians, with the Hindoostanee, the Arabic, and Chaldean Languages", de 1802, encuentra allí una comparativa de términos irlandeses con árabes. Uno de ellos es Dullahan y Wulahan, siendo este último a un ser de pesadillas que se hace presente en las noches arrastrando cadenas por los pueblos y caminos. El demonio de marras es definido como "Wulahan, o Satanás de los árabes" por Vallacey.
Sutherland identifica también otra aparición de Dullahan en la obra "Fairy Legends and Traditions of the South Ireland", publicada hacia 1825 y cuya autoría se atribuye a Thomas Crofton Croker. Aunque este último habla de la imagen tradicional del jinete sin cabeza, Dullahan se presenta allí también a un viajero a caballo en la forma de una mujer pidiendo ser llevada a una iglesia (la clásica y universal leyenda del espíritu de una chica hermosa que ruega aventones, aún vigente), pero después se revela como terrorífico fantasma sin cabeza. Este relato sugiere, además, que los Dullahan serían un tipo de espectros o seres sobrenaturales, no sólo un personaje en particular con este nombre.
Cabe señalar que una ilustración hecha por W. H. Brooke para la edición de 1834 de la misma obra de Croker -que sigue siendo la más confiable para conocer esta leyenda- presenta a Dullahan como un jinete en un caballo. Él y la bestia están decapitados y aparecen en la lámina persiguiendo sus respectivas cabezas, las que flotan más adelante.
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