TENOME, LOS OJOS EN LAS MANOS
Teme-bōzu, representación de Tenome en 1832, en el documento "Hyakki Yagyō Emaki" de la Biblioteca de Yatsuhiro, en Kumamoto. Fuente imagen: Cards the Universe.
Se llama yōkai a los demonios de las tradiciones japonesas, muy temidos y poderosos, pues suelen actuar en forma arrogante y abusiva contra los hombres al verlos como seres inferiores. Uno de ellos es Tenome, cuyo nombre se puede traducir del nipón como Ojos de Mano u Ojos en la Mano por la principal y aterradora característica física que le adjudica el folclore. Su iconografía base la dejó para la posteridad el artista Toriyama Sekien en el siglo XVIII, particularmente con el libro ilustrado "Gazu Hyakki Yagyō" ("El desfile ilustrado de la noche de cientos de demonios"). Las primeras imágenes del mismo monstruo serían las que él presentó allí, justamente, así como su primera mención con aquel nombre.
A veces escrito también como Te-No-Me, este corresponde a una entidad semejante a un ser humano pero sin ojos o ciego (zatō), habitualmente calvo, con rostro tosco y de edad avanzada, quien parece vagar solo y sin responder a jefaturas del mundo espiritual. Sin embargo, tiene visibles sus dos grandes ojos saltones en las palmas de sus manos, por lo que siempre está con ellas abiertas, observando. Para todos los casos, estos ojos siempre están moviéndose, como tratando de encontrar algo, y cuando se ponen fijos sobre alguien es porque el espíritu va a atacar. Suelen ser de tamaño mayores a los normales.
Las tradiciones sobre el engendro han sido investigadas por autores como Yoshio Fujisawa y Katsumi Tada. Este último ha especializado en materias relativas a los yōkai, de hecho. Y aunque su nombre no sea tan conocido en occidente, los ojos en las manos de Tenome son una imagen perturbadora y grotesca que ha sido tomada muchas veces para el diseño de monstruos en filmes e incluso dibujos animados, siendo el más famoso, quizá, el demonio de la película "El laberinto de fauno" de Guillermo del Toro.
Se trata de un ser que puede asumir comportamientos violentos y mortales cuando se encuentra con los hombres, además. Un documento de la Colección Kaidan y proveniente de la reunión de relatos titulada "Shokoku Hyakumonogatari" del Período Edo y fechada en 1677, habla de un monstruo similar a Tenome y que habría inspirado después a Sekien: se aparece en un cementerio como anciano ciego y con los ojos en las manos, para perseguir a un muchacho necio quien había entrado al recinto pretendiendo dar una lección de valentía a sus amigos. Intentando escapar del espíritu diabólico, este entró a un santuario en donde pidió ayuda al sacerdote, quien lo escondió dentro de un baúl o cofre, pero no sirvió: el monstruo llegó de todos modos al lugar, entró al templo y, cuando abrieron la caja para ver como estaba el refugiado, sólo quedaba del él su piel suelta, pues le había succionado o devorado los huesos.
Ilustración de Tenome en el "Gazu Hyakki Yagyō", de Toriyama Sekien.
No parece claro el origen del personaje pero, en general, se presenta como la maldición de un ciego caído en desgracia o víctima de alguna tropelía. En la provincia central de Echigo, por ejemplo, se estima que Tenome sería un hombre no vidente normal pero quien pereció asesinado y vuelve en esta forma motivado sólo por el odio y el deseo de vengarse. El menciondo relato del "Shokoku Hyakumonogatari" tiende a proponerlo más bien como un fantasma malvado o alma descarnada, no explicando su origen ni el porqué asume la forma de un hombre gigante de 80 años y con los colmillos salientes, con la anómala ubicación de sus ojos.
Otra leyenda de Iwate, en la isla de Honshu, es estudiada también por Fujisawa para el supuesto origen de Tenome: se supone que un ciego había sido asesinado producto de un ataque o un robo y, mientras agonizaba tirado en el pasto, rogó al cielo para poder verse su cara por última vez antes de morir, aunque fuese con sus manos. Falleció así, lleno de ira y deseos de venganza, pero regresó convertido en un yōkai con los globos oculares clavados en sus palmas. Sólo unas noches después, un viajero que andaba por las llanuras se encontró con el espíritu demoníaco y el pánico lo hizo correr hasta una posada en donde contó su historia al propietario, quien lo puso al tanto de lo que había sucedido hacía poco con el ciego. Fue la primera de sus muchas otras apariciones.
Tada, en tanto, consideró que Tenome representa una idea o un símbolo derivado del juego de palabras o aforismo "bake no kawa ga hageru", que significaría "para revelar el carácter verdadero de cada uno", equivalente en occidente a algo así como quitarle al lobo la piel de oveja o sacarle la máscara a alguien. Esto alude a la capacidad o necesidad de todo sujeto por "disfrazarse" antes de "revelarse" por completo. Sus manos con ojos, entonces, son una alegoría sobre el esculcar u observar detenidamente a un sujeto advirtiendo más sobre eso que oculta antes que eso que muestra.
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