VELTIS, EL ADVERSARIO DE SANTA MARGARITA
Santa Margarita luchando con el demonio que la atacó, en pintura iluminista hecha hacia el 1460 por el artista Willem Vrelant. Se supone que la bestia era Veltis.
La tradición señala que un malévolo demonio que vino al mundo de los mortales intentando desbocar el camino penitente de Santa Margarita fue Veltis, extraña y aterradora entidad infernal proveniente del cautiverio salomónico y al que, entre otras fuentes, se describe por autores como Lewis Spence en la clásica obra "An Encyclopaedia of Occultism". Con algunas variaciones, su leyenda asegura que cuando la entidad se hizo presente ante la santa lo hizo declarando:
Mi nombre es Veltis, y soy uno de aquellos quienes Salomón en virtud de sus hechizos, fuimos confinados en un caldero de cobre en Babilonia, pero cuando los babilonios, con la esperanza de encontrar un tesoro, desenterraron el caldero y lo abrieron, todos escapamos. Desde entonces nuestros esfuerzos han sido dirigidos a la destrucción de las personas justas y, durante mucho tiempo, me he esforzado por cambiar el camino que has tomado.
Hay confusiones sobre la historia de la santa y dicha aparición, sin embargo. Varias fuentes señalan que fue Margarita de Cortona, santa italiana del siglo XIII. Se señala que tenía ya 26 años y se hallaba prácticamente en la indigencia -tras terminar una larga relación escandalosa con el hijo de un distinguido señor de Montepulciano- cuando se presentó ante ella el demonio advirtiéndole que aún era joven y que podía vivir con holgura explotando su belleza, aunque fuese otra vez en pecado. A pesar de los esfuerzos por tentarla, Margarita se resistió y, en ese momento, escuchó un mensaje divino conminándola a buscar asilo entre los religiosos de San Francisco de Asís, en Cortona.
Sin embargo, la documentación apunta más bien a que Veltis sería el demonio que se supone aparecido a la muy anterior Santa Margarita o Marina de Antioquía, mártir paleocristiana caída durante las persecuciones de Diocleciano, en el año 304. Siendo adolescente y virgen, cuando se negó a ser sometida por un prefecto romano fue encarcelada. Entones, sería atacada en el calabozo por un demonio que intentó atrapar su garganta, pero ella logró espantarlo. Ciertas versiones de esta historia agregan también que el espíritu demoníaco se convirtió en dragón y tragó entera a la muchacha, pero el crucifijo que ella llevaba cortó las entrañas y la piel de la bestia, permitiéndole salir del estómago aunque sólo para ser torturada brutalmente hasta que, al ver que no podían darle muerte, se decidiera su decapitación. Hay una abundante iconografía sobre aquel episodio en el arte cristiano medieval.
Santa Margarita de Antioquía dando muerte al demonio, en una ilustración hagiográfica impresa en Grecia hacia mediados del siglo XIX.
De acuerdo al tratado de 1913 titulado "Legends and Satires From Mediaeval Literature", de la británica Martha Hale Shackford, el encuentro entre Veltis y Margarita de Antioquía se habría dado de la siguiente manera, justo mientras ella estaba orando en su celda y con él apareciéndose en la falsa forma de un hombre real:
Ella lo tomó de la cabeza y lo arrojó al piso y le colocó el pie en el cuello, diciendo: "Permanece quieto, demonio, abajo de los pies de una mujer”. Entonces el diablo gritó: “¡Oh, bendita Margarita, estoy vencido! Si un joven me hubiera derrotado no me habría importado. Pero, ¡ay! Estoy vencido de una tierna doncella, así que que siento más dolor, porque tu padre y tu madre fueron mis buenos amigos". Entonces lo obligó a decirle por qué había acudido a ella, y él respondió que fue hasta ella para aconsejarla de obedecer el deseo y la petición del prefecto. Entonces ella lo obligó a decirle por qué tentaba tanto y tantas veces a gente cristiana, a lo que contestó naturalmente que odiaba a los hombres virtuosos (...) Y entonces ella exigió decir qué era, y él respondió: "Soy Veltis, uno de quienes Salomón encerró en un recipiente de bronce. Y tras su muerte sucedió que la gente de Babilonia encontraron esta vasija y supusieron que habían escondido en ella un gran tesoro, y abrieron la vasija; y entonces, voló una gran multitud de nosotros, los demonios, y llenamos el aire para siempre, esperando y espiando en donde poder asaltar a los hombres justos". Y cuando él dijo esto, ella le quitó el pie y dijo: "Vete de ahí, maldito". Y entonces la tierra se abrió y el demonio fue tragado.
En campos menos fantásticos y posiblemente más antropológicos, se cree que Veltis podría haber sido un ser maligno de las tradiciones de la antigua Babilonia, lugar de origen de su mito. Cuando fue conocido por el cristianismo y asimilado como un ser infernal, entró al catálogo de la demonología occidental como otro desterrado del inframundo.
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